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Análisis de heces: ¿Por qué es tan importante?

¿Sabías que entre el 70 y el 80% de tu sistema inmune tiene su origen en el intestino?

Por eso, el análisis de heces juega un papel clave en la recuperación de una mucosa intestinal enferma, que es tanto como decir en la recuperación de la salud.

El tubo digestivo es un canal que, como sabemos, empieza en la boca y termina en el ano. Lo que está en el medio es lo que llamamos intestino.

La pared intestinal tiene una superficie de entre 300 y 500 metros cuadrados, lo que significa que es la mayor superficie de contacto de nuestro cuerpo con el exterior.

Esta pared tiene 2 funciones muy importantes y contrapuestas. Una servir para la reabsorción de nutrientes y la otra actuar como barrera que impide el paso de tóxicos y gérmenes.

Entre sus contenidos encontramos:

  • Flora intestinal autóctona
  • Moco intestinal con los anticuerpos correspondientes
  • Células de la pared o enterocitos
  • El sistema inmune asociado al intestino, localizado en el tejido submucoso y denominado GALT.

Así el 70-80% de nuestro sistema inmune tiene su origen en el intestino.

La flora intestinal

Cada vez conocemos más de esta población bacteriana con la que cohabitamos. Hoy en día se sabe que estamos constituidos por 10 veces más microorganismos que células. Además, un extensa información y experimentación clínica demuestra que las bacterias que existen en nuestro cuerpo marcan nuestras vidas para bien y/o para mal.

Cuando estamos bien de salud, disponemos de un gran número de bacterias de distinto tipo que cohabitan de forma armoniosa y favorecen nuestro buen estado.

¿Qué es la disbiosis intestinal?

Sin embargo, en cualquier momento puede suceder una disbiosis, que es un estado clínico caracterizado por una alteración cuantitativa y/o cualitativa de la flora bacteriana intestinal y de sus actividades metabólicas. Y esto se detecta a través del análisis de heces.

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El desequilibrio del microbiota o disbiosis intestinal se relaciona con problemas de:

  • Obesidad
  • Diabetes
  • Autismo
  • Enfermedades degenerativas
  • Enfermedades inflamatorias intestinales (Cronh, Colitis Ulcerosa…)
  • Mala absorción intestinal que da lugar a estados carenciales de vitaminas, minerales y resto de micronutrientes

Nunca en la historia estuvimos tan bien alimentados -sobrealimentados- y tan mal nutridos.

Dra. Pilar Gómez

El exceso de tóxicos y la carencia de nutrientes de calidad son un caldo de cultivo muy potente para la génesis de enfermedades, cualquiera que sea.

Muchas, muchísimas personas (niños y adultos) vienen a la consulta aquejando un problema a nivel intestinal. Unos directamente se quejan de ello (dolor, hinchazón, vómitos, obesidad, pérdida de peso…) y otros con otras patologías. Y somos nosotros, los médicos, los que vemos que la causa está en un intestino alterado: síndrome de hiperpermeabilidad intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal, colon irritable, intolerancia alimentaria, etc.

El caso es que necesitamos limpiar el intestino y recuperar o implantar una microbiota saludable.

¿Para qué sirve el análisis de heces?

Lo primero que hacemos es establecer cambios en la conducta alimentaria. Pero muchas veces esto no es suficiente: necesitamos conocer la situación real del contenido y continente intestinal. Para ello es necesario realizar un análisis de heces.

Tenemos que descubrir si hay:

  • Sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado (SIBO)
  • Presencia de PARASITOS, VIRUS, HONGOS
  • Intolerancia a azúcares
  • Fenómenos de fermentación y putrefacción excesiva
  • Intoxicación por metales pesados
  • Insuficiente digestión de los alimentos
  • Existencia de Helicobacter Pylori, Clostridium Difficile, Adenovirus, Rotavirus
  • Descartar parásitos en heces como Helmintos, Protozoos, Guiardia Lamblia
  • Descubrir la posible presencia de Salmonella, Shigella, Yersinia, E. Coli Enteropatógeno, Campylobacter, Cándida
  • Tipo de flora existente, si hay exceso o carencia de alguna especie y la proporción entre ellas
  • Akkermansia (microbiota Mucunutritiva)
  • Lactobacillus (microbiota reguladora)
  • Escherichia coli (microbiota proteolítica)
  • Distribución de la flora intestinal micológica: Saccharomyces, Candia spp, Candia albicans
  • Y por último cuantificar los indicadores intestinales de inflamación, alteración de la inmunidad, alteración pancreática, posible pérdida de proteínas a través de la pared intestinal etc, 
  • Estudio de PH en heces, calcoprotectina en heces, IgA Secretora en heces, elastasa pancreática en heces y alfa 1 antitripsina fecal

Todo esto solo lo podemos saber realizando un análisis de heces.

Es tan amplia la información que obtenemos de dicho análisis que nos coloca en una posición con capacidad real para mover todos los hilos necesarios para recuperar la funcionalidad y normalidad de un intestino alterado, de una mucosa intestinal enferma.

¿Qué pasa si tenemos la elastasa pancreática disminuida?

La elastasa pancreática (EP) es una enzima producida por el páncreas que ayuda a descomponer las grasas, las proteínas y los carbohidratos que ingerimos en los alimentos.

Cuando hay una insuficiencia pancreática, podemos estar delante de una situación de malabsorción, es decir, una disminución en la capacidad de digerir y por tanto de absorber los nutrientes de los alimentos. Esto da lugar a un estado de desnutrición en una persona (niño o adulto), incluso si esta persona come bien.

En adultos muchas pancreatitis crónicas pasan desapercibidas durante años. Tras mucho tiempo de mala función sobreviene una pancreatitis aguda y la situación se vuelve dramática.

Sintomatología infantil

En la clínica diaria la sintomatología de una insuficiencia pancreática, puede ser de:

  • Dolor abdominal más o menos importante
  • Heces gaseosas y malolientes
  • Malabsorción que da lugar a desnutrición (bajar de peso sin pretenderlo)
  • Retraso o bloqueo en el crecimiento y desarrollo

En los casos más extremos, la insuficiencia pancreática, puede ser signo de:

  • Fibrosis quística, una enfermedad hereditaria, en la que se acumula moco en los pulmones, páncreas y otros órganos.
  • S. Shwachman – Diamond – (Enfermedad hereditaria que causa problemas del sistema esquelético y médula ósea y páncreas).

¡Cuántas veces buscamos la causa de este tipo de problemas en el intestino y la causa ya viene de más arriba!

El páncreas no sintetiza sus enzimas y la digestión no tiene lugar, con lo cual el intestino lo tiene difícil por no decir imposible para poder absorber los nutrientes y las bacterias intestinales proliferan, concretamente, aquellas que pueden degradar los nutrientes no digeridos.

Y ¿cuál es el problema? Que a veces estas bacterias son las que menos bien nos hacen.

Clostridium y Enterobacterias son sus representantes principales. Si alguna de ellas está por encima de los valores de normalidad, pueden favorecer el desarrollo de patógenos, provocar sobrecarga funcional del hígado y lesiones en la mucosa, dando lugar a una inflamación y una alteración de la permeabilidad intestinal, con toda la problemática que esto conlleva.

Nos interesa conocer la cuantificación de nuestra población bacteriana, ya que bacterias “buenas” como los “lactobacillus” son capaces de captar los metales pesados presentes en nuestro intestino, hacer que se adhieran a las propias membranas y una vez capturados estos metales son eliminados a través de las heces. En general la población bacteriana tiene una gran capacidad de desintoxicación.

Un estudio hecho en Tanzania en mujeres embarazadas, que vivían en un ambiente altamente contaminado de metales pesados, ha revelado que la ingesta regular de Lactobacillus Rhamnosus en un alimento fermentado reducía significativamente el valor hemático de mercurio y arsénico.

Importancia de la IgA secretora en heces

La respuesta inmune a nivel de las mucosas de nuestro cuerpo es gestionada por la IgA secretora. Todas las personas segregamos cada día entre 5 y 15gr de esta sustancia a través de las mucosas (intestinal, respiratoria, sistema urogenital…)

La IgAs es la sustancia que reacciona a agresiones a la que están expuestas estas mucosas, facilitando la acción defensiva de nuestro sistema inmune.

No la confundamos con la IgA en sangre: no tiene nada que ver. La IgA secretora se determina a nivel de heces u otro sistema mucoso que se quiera estudiar.

Según como estén de alterados los niveles de IgA secretora en heces, nos habla de un aumento o disminución de la actividad del sistema inmune asociado a mucosas.

La determinación de IgA secretora es muy importante en tratamientos de alergia, celiaquía y también en micosis intestinal en la que suele estar muy disminuida.

Y ello nos indica la necesidad de tratarlos con bacterias inmunomoduladoras

Por el contrario, suele estar elevada en: 

  • Infecciones locales
  • Inflamación intestinal
  • Alergias alimentarias

También es fundamental esta determinación para indicarnos la efectividad o no del tratamiento recomendado cuando ya no hay sintomatología, pero la enfermedad todavía no se ha curado.

La determinación de ALFA 1 Antitripsina Fecal

La excreción de Alfa 1 Antitripsina fecal es una indicación del escape de Albumina a la luz intestinal: los alimentos no contienen alfa 1 antitripsina a excepción de la leche materna.

Por tanto, este marcador nos habla de la pérdida de proteínas séricas con tendencia a la hipoalbuminemia y a la desnutrición.

Y esta situación nos pondrá en alerta, indicando la necesidad de realizar otros estudios que la complementen.

¿Qué es la calprotectina en heces?

Es una proteína que procede de los leucocitos (glóbulos blancos). Aparece en la mucosa intestinal cuando existe inflamación, y claro, es detectada en las heces.

Así nos permite valorar la actividad inflamatoria intestinal en pacientes con afeciones como Enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, de manera rápida, sencilla y no invasiva.

Así, es muy útil en la práctica clínica para evaluar la respuesta al tratamiento y para predecir el curso de la enfermedad. Esta medición, siempre está en relación con la clínica y la actividad endoscópica.

En resumen, después de muchos años de práctica clínica, cierta observación de las heces, como color, consistencia, cantidad, forma, olor y presencia de mucosidad, nos dan mucha idea de lo que está pasando en el intestino, pero muy poca en relación con la gran y fidedigna información que nos aporta un análisis de heces de la disbiosis Intestinal.

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