TEST DE INTOLERANCIA ALIMENTARIA POR MEDICIÓN DE HISTAMINA
Las llamadas intolerancias alimentarias son reacciones adversas del organismo tras la asimilación de ciertos alimentos, condimentos, aditivos, bebidas, etc., ya sea porque el cuerpo los reconoce como tóxicos o por defecto senzimáticos propios que impiden una correcta digestión y asimilación de dicho alimento.
Existe una clara diferencia entre “alergias” e “intolerancias”, ya que las primeras corresponden a una respuesta inmune más o menos rápida con una clara relación causa-efecto, cosa que no ocurre en las intolerancias, donde la sintomatología es larvada y casi siempre implica alteraciones del aparato digestivo, asociados a un estado de hipermeabilidad de la pared intestinal, los síntomas más frecuentes son:
- Síntomas gastrointestinales (nauseas, vómitos, diarrea,…).
- Eccema, urticaria, dolores de cabeza.
- Rinorrea (obstrucción de la nariz), asma.
- Depresión, ansiedad, fatiga, insomnio.
- Hiperactividad en niños, Síndrome TDH.
Las intolerancias alimentarias más comunes por orden de frecuencia son:
- Leche, huevos, nueces, pescado, marisco.
- Trigo, chocolate, colorantes artificiales.
- Cerdo, pollo, tomate, alguna fruta, queso y levadura.
Recordar que:
Las intolerancias alimentarias pueden y deben ser siempre reversibles, es nuestro trabajo recuperar la capacidad del cuerpo para aprovechar convenientemente los alimentos que le aportamos.
Las intolerancias alimentarias pueden pasar desapercibidas durante años ya que muchas veces crean síntomas que no se suele relacionar con la alimentación, por eso hacer un test de intolerancias alimentarias nos informa de aquello alimentos que conviene retirar de nuestra dieta durante un tiempo, hacer el tratamiento oportuno (físico y/o emocional) y luego volver a introducirlos de forma secuenciada, asegurando su buena asimilación.